lunes, 10 de septiembre de 2007

Pide CANACINTRA asumir responsabilidad con reformas estructurales

La transición de una economía sustentada en el gasto público a otra donde prevalecen criterios de racionalidad económica significó un cambio profundo en la participación de todos los agentes productivos. A las empresas les representó competir de manera frontal con los principales productores del mundo; a los trabajadores les llevó a replantear los esquemas de capacitación y en ocasiones ajustes en sus ingresos; al gobierno le llevó al replanteamiento de sus situación presupuestal, buscando eliminar los desbalances, y otorgando mayor prioridad a la solvencia futura, sobre todo en aspectos tan delicados como la seguridad social.
De acuerdo con, Presidente de la CANACINTRA, Leonel Valenzuela Medina, sin desconocer la importancia de los logros obtenidos en materia de seguridad social, lo cierto es que los costos de mantener esquemas que no son autosustentables han generado, en lo inmediato, presiones que a la larga pueden ser muy desfavorables para los equilibrios económicos.
“Los gastos derivados de esquemas bondadosos, que prescinden de las consideraciones mínimas de eficiencia y racionalidad, representan presiones adicionales sobre el balance del gobierno, que inclusive pueden hacer inviable la inversión futura en infraestructura, lo cual representa un riesgo elevado para toda la sociedad y la economía”.
En este sentido, apuntó el dirigente empresarial, la Cámara Nacional de la Industria de Transformación considera conveniente asumir con plena responsabilidad las reformas estructurales y las modificaciones a nuestro marco jurídico como elementos indispensables del desarrollo, en un ambiente democrático, en donde cada sector de la población debe anteponer los intereses de la Nación sobre los objetivos de grupo.
Valenzuela Medina consideró que en este sentido se dirigen las modificaciones a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y, por supuesto, esperamos que en este mismo sentido se avance en la adecuación del sistema de pensiones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS): “tenemos claro que el interés fundamental de estos cambios y reformas se centra en el mejoramiento de los servicios sociales para la población.
“El resultado de estas medidas permitirá contar con un marco jurídico fuerte, enfocar las inversiones a la planeación con certeza y certidumbre para el futuro, en un entorno de estabilidad financiera y económica”.
Es tiempo de poner en marcha programas de servicio eficiente que tomen en consideración aspectos fundamentales como las finanzas de aplicación inteligente, educación para otorgar y recibir información y orientación de calidad, justicia en el otorgamiento de servicios y administración transparente, para lo que deberán diseñarse mecanismos de supervisión para el cumplimiento de los objetivos que justifican las modificaciones.
Este es, de acuerdo con los criterios del organismo, momento decisivo en el proceso de modernización institucional porque al estar inmersos en un entorno globalizado, en una de las economías más abiertas del mundo, los cambios organizacionales que se generarán en el futuro inmediato, tienen que reducir la vulnerabilidad de cada organismo en particular y del sector público en general, afirmó Valenzuela.
El dirigente de CANACINTRA aseguró que la principal demanda de todos los sectores de la sociedad se enfoca al fortalecimiento de instituciones eficientes que ayuden a reducir la desigualdad de ingresos, además de la construcción de redes de seguridad social para los grupos ahora más vulnerables. Desde ese punto de vista, la modernización de las instituciones de seguridad social debe responder a los retos del futuro. Los beneficios son evidentes para la economía, la sociedad y, en consecuencia, para el sector industrial.

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